En segundo término, resaltan que el nivel de confianza avanzó por segundo mes consecutivo, mientras que, a su vez, el sector externo ya hizo gran parte del ajuste: el déficit de cuenta corriente se contrajo 1,5 puntos del PBI en 6 meses.
«A partir lo que pasó el fin de semana en el G20 (tregua entre EEUU-China), somos optimistas a corto plazo. Creo que el envión del viento de cola externo va a seguir apreciando el tipo de cambio, aunque las ganancias ya están muy limitadas. Va a ser más difícil a partir de ahora que se logre con la misma cantidad de noticias positivas la misma baja en el tipo de cambio», evaluó Gustavo Neffa, socio director en Research For Traders.
Con la expectativa de un tipo de cambio relativamente estable hasta las PASO, en las mesas de dinero creen que recién entre agosto y octubre comenzarán las presiones alcistas sobre el dólar, sobre todo por el resultado de las PASO y cuál sea el escenario para octubre.
Así las cosas, las inversiones en pesos podrían continuar en las próximas semanas con el veranito iniciado a fines de abril. El BCRA, en la primera jornada de julio, determinó una baja de 3 puntos porcentuales en encajes sobre los depósitos a plazo fijo.
La autoridad monetaria fijo el piso de la tasa Leliq en el 58%, desde el 62,5% establecido para junio, y reiteró que se mantendrá la posibilidad de intervenir a discreción en el mercado cambiario, estrategia que aún no necesitó poner en funcionamiento. «Estas medidas buscarían un mayor traslado de la tasa Leliq a la tasa recibida por los ahorristas (en los plazos fijos)», sin descuidar la restricción de la política monetaria, afirman desde Balanz.
Pero en el corto plazo no se descarta en el mercado «un regreso de la volatilidad, especialmente a medida que nos acerquemos al 11 de agosto (PASO) y que se vayan conociendo las encuestas de opinión pública en un escenario extremadamente polarizado», dijo Nery Persichini, Gerente de Inversiones en GMA Capital.